lunes, 2 de marzo de 2009

LUEGO DE 40 AÑOS COMUNIDAD ATACAMEÑA DE CATARPE CELEBRA EL CARNAVAL





Con algunas gotas de lluvia los yungas –algo así como el espíritu del carnaval- celebraron que luego de unos 40 años la comunidad atacameña de Catarpe retomara la antigua tradición del Santo Carnaval Atacameño.


Según explico la presidenta de dicha comunidad, Mirta Solis, desde fines de los 60 que la comunidad no realizaba esta tradición “y fueron los propios integrantes de la comunidad quienes pidieron que se realizara, por sobre todo de parte de los más viejos, los abuelos”.


Según cuentan conocedores más antiguos de la tradición del carnaval es el sonido del bombo el que llama el agua o la “puri” como se dice en la lengua originaria del pueblo lickanantay, el Kunza.


Y de seguro en la encajonada quebrada de Catarpe, ubicada a unos 8 kilómetros de San Pedro de Atacama y donde los incas levantaron un tambo, este sonido se escuchó tan fuerte que los mencionados seres mágicos conocidos como yungas enviaron algunas gotas de agua, seguramente felices por que esta comunidad atacameña en honor a sus abuelos y agradecimiento a la tierra retomaban una de las tradiciones más antigua de todas y que aun sigue muy viva en el mundo atacameño.







El carnaval partió a eso de las 15:00 horas, donde se vistió al viejo y la vieja o también conocidos como el Carnaval y la Carnavala, de colores vivos, de colores andinos. Luego junto al secretario y los músicos y un montón de “mirones” como los llamaban en la celebración, comenzaron a entonar coplas que tenían por inicio “este es el santo remate...”


Al respecto la dirigenta catarpeña comentó que “Es algo que había que rescatar, había que volver a vestir al carnaval y por sobre todo dar gracias a la tierra por la agricultura”.


Posteriormente, el carnaval y todos lo seguidores de este, que deben haber sido alrededor de 50 en su mayoría catarpeños, junto sus hijos y nietos, caminaron cerca de un kilómetro para visitar una nueva casa, de este sector ya casi despoblado, no obstante con actividad agrícola y cultural.


En este trayecto el Carnaval debió cruzar el río San Pedro, que en aquel sector, considerando que hablamos de pleno Desierto de Atacama, es caudaloso. Así uno a uno cruzaron, el Carnaval, la Carnavala, el Secretario, los acordeonistas, el bombo y todos los mirones, que en el marco de la alegría que significa el carnaval no dejaron la oportunidad a través de las coplas o remates, todas de carácter lúdico, de reclamar por la distancia.


Llegaron al hogar de una nueva familia. Allí fueron bien recibidos y los carnavales dieron las noticias de la comunidad, todo en carácter de juego y bromas, donde los protagonistas eran los propios habitantes del sector.


A continuación la pareja de carnavales bailaron 3 pies de cueca, luego 3 pies más pero en combinación con los dueños de casa, para finalmente dar paso a cuecas más masivas donde participaron los “mirones”.


Luego las coplas se volvieron a escuchar y tomaron rumbo a nueva casa, donde el ceremonial se repetiría intacto.


Finalmente, Mirta Solis, presidenta de Catarpe resaltó que “la comunidad quedó muy satisfecha, por que se trató al máximo de rescatar con los más viejo la tradición. Hacer el pago a la tierra, vestir al carnaval, realizar la challa, entre otras cosas. Fue un carnaval bastante alegre, donde participó casi toda la comunidad


Y un hecho importante, es que la comunidad ya se comprometió en realización de los próximos dos años, lo que de seguro significa que Catarpe tendrá de ahora en adelante “Santo Carnaval”.

No hay comentarios: